The sun is no fun without rain: physical environments affect how we feel about yellow across 55 countries

Abstract

Across cultures, people associate colours with emotions. Here, we test the hypothesis that one driver of this cross-modal correspondence is the physical environment we live in. We focus on a prime example – the association of yellow with joy, – which conceivably arises because yellow is reminiscent of life-sustaining sunshine and pleasant weather. If so, this association should be especially strong in countries where sunny weather is a rare occurrence. We analysed yellow-joy associations of 6625 participants from 55 countries to investigate how yellow-joy associations varied geographically, climatologically, and seasonally. We assessed the distance to the equator, sunshine, precipitation, and daytime hours. Consistent with our hypotheses, participants who live further away from the equator and in rainier countries are more likely to associate yellow with joy. We did not find associations with seasonal variations. Our findings support a role for the physical environment in shaping the affective meaning of colour.

En todas las culturas, las personas asocian los colores con las emociones. Aquí, probamos la hipótesis de que un impulsor de esta correspondencia intermodal es el entorno físico en el que vivimos. Nos centramos en un ejemplo principal: la asociación del amarillo con la alegría, que posiblemente surge porque el amarillo recuerda a la luz del sol que sustenta la vida. y clima agradable. Si es así, esta asociación debería ser especialmente fuerte en países donde el clima soleado es poco frecuente. Analizamos las asociaciones de alegría amarilla de 6625 participantes de 55 países para investigar cómo las asociaciones de alegría amarilla variaban geográfica, climatológica y estacionalmente. Evaluamos la distancia al ecuador, la insolación, la precipitación y las horas diurnas. De acuerdo con nuestras hipótesis, los participantes que viven más lejos del ecuador y en países más lluviosos tienen más probabilidades de asociar el amarillo con la alegría. No encontramos asociaciones con variaciones estacionales. Nuestros hallazgos respaldan el papel del entorno físico en la configuración del significado afectivo del color.