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URI: http://hdl.handle.net/10818/34889Compartir
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Noguera, Juan CamiloAsesor/es
Martínez, Carlos AlonsoFecha
2018-02-19Resumen
Hasta hace un siglo la gente podía mirar hacia el cielo en la noche y verlo totalmente estrellado. Desde su origen el ser humano se maravilló con la imagen de la bóveda celeste. Miles de astros luminosos en el firmamento construyen un espectáculo al que pocos podrían resistirse. De esa observación surgieron mitos y leyendas, narraciones de un universo igualmente extraordinario. La riqueza cultural derivada de la observación del cielo es inmensa. Hoy millones de personas alrededor del mundo están privadas de experimentar la sensación de observar la Vía Láctea desde el lugar en donde viven. El uso creciente y extendido de luz artificial en la noche impide la contemplación del universo tal y como lo hacían nuestros ancestros. La contaminación lumínica limita el observar el cielo. La luz excesiva de las grandes ciudades invade por completo la oscuridad necesaria para contemplar los astros.