Cuidado de enfermería a la persona con indicación de sedación paliativa: percepción al final de la vida

Abstract

La enfermería, en cada uno de sus ámbitos de aplicación, tiene la misión de cuidar la experiencia de salud de las personas y favorecer su dignidad en todas las etapas de la vida, siempre bajo el principio de la continuidad del cuidado, considerando las necesidades propias de la persona y su familia, de manera holística, incluso en el final de la vida. La sedación paliativa definida por la Organización Médica Colegial (OMC) y Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) como “la disminución deliberada del nivel de conciencia del enfermo mediante la administración de fármacos apropiados con el objetivo de evitar un sufrimiento intenso causado por uno o más síntomas refractarios. Puede ser continua o intermitente y su profundidad es gradual buscando el nivel de sedación mínimo que logre el alivio sintomático de la persona”. La sedación paliativa es aceptada como parte del cuidado a la persona en inminente riesgo de muerte y, que como consecuencia de su sintomatología se enfrenta al sufrimiento que no cede ante los esfuerzos terapéuticos. En dichos casos, se busca el bienestar de la persona como fundamento de cada intervención de cuidado. Lo mencionado anteriormente hace indispensable el reconocimiento del rol de enfermería y su actuar durante la intervención a la persona con indicación de sedación paliativa en el final de la vida y su familia, no solo en la administración de medicamentos, sino desde todos los aspectos que se abordan tras la decisión de cuidar a la persona en su experiencia de salud-enfermedad; a raíz de esto surge el siguiente interrogante ¿Cuál es la evidencia científica relacionada con el cuidado de enfermería la persona en fase terminal que tiene indicación de sedación paliativa?