Reflexiones: la responsabilidad de las enfermeras con doctorado de liderar un cambio en la práctica
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URI: http://hdl.handle.net/10818/48955Visitar enlace: https://aquichan.unisabana.edu ...
ISSN: 1657-5998
DOI: 10.5294/aqui.2021.21.2.4
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Rosser, Elizabeth AFecha
6/25/2021Resumen
This paper aims to consider the responsibilities of doctoral nurses to lead changes in practice through a very personal reflection of over 52 years in nursing. The reflective learning moves from an early training experience where I learned to ‘do’ to becoming a nurs-ing professor with a doctoral qualification and an ‘evidence-based doer.’ The change witnessed has been considerable. As the highest educated professional, I have learned that doctoral nurses are responsible for leading and directly influencing clinical practice, either as a practitioner, an educator, or a researcher. They are capable of encouraging the development of critical thinking skills and helping prac-titioners to be curious, take risks with ideas, identify gaps in the evidence base, and be creative in their problem-solving. If the strategic vision for nurses globally is to provide the best quality of patient care, then evidence-based practice is key to leading from the head, hand, and heart. Doctoral nurses understand the patient benefits of a high staff-to-patient ratio and having a critical mass of university qualified nurses and must strive to influence policy to this effect. As each country, particularly in Latin America, develops a critical mass of doctor-ally qualified nurses, then they can harness their innovation, create new ways of working, attract them back into practice, and strengthen their political voice to lead strategic change. Doctoral nurses must develop their leadership skills and their confidence to lead. They have a responsibility to realise their potential and identify the opportunities to really make a difference. El presente artículo tiene como objetivo considerar las responsabilidades de las enfermeras con doctorado de liderar cambios en la práctica a través de una reflexión muy personal de mis más de 52 años de experiencia en enfermería. El aprendizaje reflexivo transita de una experiencia de formación temprana en la que aprendí a “hacer” a convertirme en una profesora de enfermería con un título de doctorado y en una enfermera que actúa “con base en la evidencia”. El cambio que he observado ha sido enorme. Como profesional con el más alto nivel educativo, he aprendido que las enfermeras con doctorado son responsables de liderar e influir directamente en la práctica clínica, ya sea como practicantes, educadoras o investigadoras, pues son capaces de fomentar el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y de ayudar a las practicantes a ser curiosas, a tomar riesgos en las ideas, a identificar lagunas en la evidencia y a ser creativas en la resolución de problemas. Si la visión estratégica de las enfermeras a nivel mundial es brindar la mejor calidad de atención al paciente, entonces la práctica basada en la evidencia es clave para liderar desde la cabeza, la mano y el corazón. Las enfermeras con doctorado comprenden los beneficios de contar tanto con una alta proporción de personal por paciente como con una masa crítica de enfermeras con título universitario y, por lo tanto, deben esforzarse por influir en las políticas para este fin. A medida que cada país, en particular en América Latina, desarrolla una masa crítica de enfermeras con doctorado, puede aprovechar su innovación, crear nuevas formas de trabajo, atraerlas nuevamente a la práctica y fortalecer su voz política para liderar el cambio estratégico. Las enfermeras con doctorado deben desarrollar sus habilidades de liderazgo y su confianza para liderar, puesto que tienen la responsabilidad de desarrollar su potencial e identificar las oportunidades para marcar la diferencia.
Palabras clave
Ubicación
Aquichan, 21(2), e2124