Desarrollar lectoescritura en educación inclusiva desde la coenseñanza: sistematización de la experiencia
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URI: http://hdl.handle.net/10818/33719Compartir
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2018-08Resumo
En el año 1980 se popularizó el término “discapacidad”, propuesto por la OMS (Organización Mundial de la Salud) desde un enfoque médico (Díaz & Rodríguez, 2016), para referirse a aquellos individuos con una condición transitoria o permanente que puede manifestarse como una deficiencia cognitiva, física o sensorial, una enfermedad mental o un malestar que necesita atención médica (Hurtado & Agudelo, 2014). Sin embargo, en el año 2005 surgió el concepto de “diversidad funcional” derivado del enfoque social, el cual busca sustituir otros términos peyorativos como “discapacidad” y “minusvalía”. Desde este enfoque la discapacidad se concibe como un agregado de condiciones originadas principalmente en el contexto social y no como una característica del individuo. Esto implica que la participación plena de las personas con discapacidad es responsabilidad de la sociedad, pues es la encargada de hacer las modificaciones ambientales necesarias (Díaz & Rodríguez, 2016).