Narciso Coll y Prat y Juan Germán Roscio: los “agustinismos” diferentes
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URI: http://hdl.handle.net/10818/28516Compartir
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Rodríguez Iturbe, José BenjamínFecha
2016Resumen
Hablar de religión y política en la independencia venezolana supone tener en cuenta varios elementos culturales e históricos. En primer lugar, el regalismo borbónico en su proyección hispánica había generado la visión de la estructura eclesiástica como un elemento no secundario de la institucionalidad del régimen monárquico. En segundo lugar, a la forma mentis generada por el regalismo hay que añadir la doctrina común para la época en el mundo católico de que el Estado confesional era lo deseable, por no decir lo óptimo, en el ámbito propiamente jurídico-político. En tercer lugar, resultaron no sólo no coincidentes sino, a veces, antagónicas, las visiones de las relaciones entre la política y la religión y las relaciones Iglesia-Estado, vistas desde un ángulo estricta o prioritariamente europeo o desde una óptica independentista americana. Es comprensible que, tanto para España como incluso para el pontificado de Pío VII, la realidad del proceso hispanoamericano intentase ser interpretada y comprendida desde el ángulo de la convulsa situación europea del período napoleónico y postnapoleónico. Pasados algunos años, ya en el pontificado de Gregorio XVI, la ruptura de relaciones de la Santa Sede con España facilitó, entonces, el proceso del reconocimiento de las nuevas Repúblicas y la normalización en ellas de las relaciones Iglesia-Estado.
Para la más adecuada comprensión de las complejas relaciones entre religión y política en las Independencias Hispanoamericanas, y específicamente en la venezolana, se requiere superar la mutua ignorancia. Desde el ámbito académico español no se ha hecho, hasta tiempos recientes, un esfuerzo relevante para comprender a Hispanoamérica desde las perspectivas hispanoamericanas; ni desde Hispanoamérica se había realizado, hasta el último tercio del siglo XX, una tarea necesaria para la propia comprensión de su proceso histórico, consistente en el conocimiento y comprensión del proceso histórico de España como elemento necesario para superar una autorreferencia a todas luces limitante (cuando no deformante) en la propia captación y comprensión cabal de la criollidad.