Tras la Virtud de MacIntyre y el desacuerdo sobre el desacuerdo

Abstract

El propósito de este trabajo es no solo definir el problema que MacIntyre pretende resolver en “Tras la virtud” sino también localizar las suposiciones básicas y controversias en las que el argumento de su propuesta principal, es decir, el renacimiento del aristotelismo, en últimas, depende. En sí misma parece una tarea sin problemas y simplemente abordable mediante una lectura atenta del texto. Sin embargo, como espero demostrar, una precisa caracterización del problema, el argumento, e incluso la tesis principal de “Tras la virtud”, al mirarlos de cerca son evasivos (por decir lo menos), dada la forma intrincada en que MacIntyre presenta sus ideas. Este trabajo es, en general, una reformulación sucesiva de cada uno de los problemas mencionados. Lo que inicialmente emerge como el problema a resolver y lo que, en primera instancia, el argumento parece estar indicando, requiere en cada caso una calificación sustancial cuando uno trata de recoger del texto un todo unificado y autónomo. El hecho notable de que nuestra visión comience a difuminarse en la misma medida en que la demanda de atención y el contorno se aplica al texto podría haber sido el precio a pagar por la forma impresionante en el que el autor trata de hacer un seguimiento de estas líneas generales y múltiples del pensamiento según su ambiciosa tarea parece intrínsecamente requerir.

It is the purpose of this paper both to define the problem which MacIntyre is aimed at solving in After Virtue and to locate the basic assumptions and contentions on which the argument for his main proposal, i.e. a revival of Aristotelianism, ultimately rely. This task seems rather unproblematic itself and simply accessible to an attentive reading of the text. However, as I hope to show, a precise characterization of the problem, of the argument and, even, of the main thesis of After Virtue happens to be, at a closer look, evasive (to say the least), given the intricate way in which MacIntyre presents his ideas. The present paper is, in the main, a successive reformulation of each of the aforementioned issues. What initially gives itself as the problem to be solved and what, at first instance, the argument appears to be pointing to, requires in each case substantial qualification as soon as one tries to make out of the text a unified and self-contained whole. The emarkable fact that our sight begins to blur in the same measure as the demand for focus and contour is applied to the text might have been the price to pay for the impressive way in which the author tries to keep track of such comprehensive and multifarious strands of thought as his ambitious task seems intrinsically to require.