Una aproximación a los instrumentos de control parlamentario en la Constitución española de 1978
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URI: http://hdl.handle.net/10818/13403Visitar enlace: http://dikaion.unisabana.edu.c ...
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2003Resumo
In the doctrine, the Spanish Charter of 1978 is deemed as the most successful one ever considered in Spain's constitutionalism. Unlike its predecessors, and mainly inspired in the Italian 1947 Constitution, the Bonn Fundamental Law of 1949, the French Constitution of 1958, and the 1976 Constitution of Portugal, it contains a minimum agreement on the essential, which is a milestone in the history of its legal texts. In this sense, since the Spanish Constitution is an instrument for verifying whether parliamentary supervising methods are typical of certain politicalparticularly Latín American regimes or more cornmon to contemporaneous constitutionalism, these control means are analyzed in this article as well as the problems for their application in a pluralparty democracy.The Spanish Government configuration responds to a strongIy rationalized parliamentarianism, the features of which are evidenced not only in the Constitution texts but also in the legislative houses' regulations. We consider that the parliamentary control instruments, and questions, interrogationl and investigation commissions, are badly regulated because they are limitiB rather than encouraging the Parliament's activity, by this meaning that the are within the reach of the minorities but of its majorities thus bein incoherent within a parliamentarianism scheme, considering that th governments come from the legislative. The constituents of 1978 blessed th Head of Government with political stability by means of mechanisms fo correcting his Form oJ Government; but, moreover, we consider that th presence of lasting parliamentary majorities has been a key element i government stability. However, not any kind of majority can promote tha stability. We have noticed that Spanish Parliamentarianism works much betle by means of alliances: that is, when no specific party holds an absolut majority hence being forced to make pacts as to agree upon investing a ne\ government. Otherwise, when the opposite occurs, the exercise of powe tends from time to time to edge towards almost totalitarian stances, in thi: way ignoring dialogue and tolerance with respect to minorities in all its actions.Finally, this approach to the Spanish Parliamentary Control shows that thl problems put forth by Constitutional Law are similar in all forms o governments, even in those countries having opted for mixed models sud as the Peruvian Political Regime. In this sense, since partybased democrac) is very strong and hard to be challenged in the medium term, we considel that a regular renewal of the parliamentary mandate is necessary to prevell 1a government with a parliamentarian majority from daringIy exercises power with no fear of the opposition's political control. La Doctrina considera que la Carta de 1978 es la más exitosa del constitucionalismo español. Se inspira principalmente en la Constitución italiana de 1947, la Ley Fundamental de Bonn de 1949, la Constitución francesa de 1958 y la Constitución portuguesa de 1976. A diferencia de sus predecesoras, contiene un mínimo acuerdo sobre lo fundamental que ha marcado un hito en la historia de sus textos constitucionales. En ese sentido, siendo la Constitución española un medio para comprobar si los problemas de la fiscalización parlamentaria son propios de ciertos regímenes políticos, especialmente iberoamericanos, o más bien comunes al constitucionalismo contemporáneo, en este artículo se estudian los medios de control y sus problemas de aplicación en una democracia de partidos.La Forma de Gobierno española responde a un parlamentarismo fuertemente racionalizado cuyos rasgos se evidencian no sólo en el texto de su Constitución, sino en los reglamentos de las cámaras legislativas. Consideramos que los instrumentos de control parlamentario, preguntas, interpelaciones y comisiones de investigación están mal reguladas porque limitan en vez de impulsar la actividad del Parlamento; es decir, no están al alcance de las minorías sino de las mayorías parlamentarias, lo cual es incoherente dentro de un esquema parlamentarista toda vez que los gobiernos proceden del legislativo. Los constituyentes de 1978 dotaron al Jefe de Gobierno de estabilidad política mediante mecanismos de corrección a su Forma de Gobierno; pero, además, consideramos que la existencia de mayorías parlamentarias duraderas ha sido el elemento clave en la estabilidad gubernamental. Sin embargo, no cualquier tipo de mayoría promueve dicha estabilidad, notamos que el Parlamentarismo español funciona mejor por medio de alianzas, es decir, cuando ningún partido ostenta la mayoría absoluta y se ve obligado a pactar para investir a un nuevo gobierno, ya que, cuando ocurre lo contrario, el ejercicio del poder tiende por momentos a bordear posturas casi autoritarias, olvidándose del diálogo y de la tolerancia hacia las minorías en todas sus acciones.Finalmente, la aproximación al Control Parlamentario español muestra que los problemas que presenta el Derecho Constitucional son similares en todas las formas de gobierno, incluso en aquellos países que han optado por modelos mixtos, como el Régimen Político peruano. En ese sentido, como que la democracia de partidos es muy fuerte, y como será difícil combatirla en el mediano plazo, consideramos que la periódica renovación del mandato parlamentario es necesaria para evitar que un gobierno con mayoría propia ejerza el poder sin temor al control político de la oposición.
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Díkaion; Vol 12 (2003)