%0 Generic %A Albarracín Barinas, Carolina %8 2021 %@ 2422-5193 %U http://hdl.handle.net/10818/55055 %X Suelo pensar sobre las pequeñas cosas. A cada mínimo detalle me gusta encontrarle sentido por más absurda que sea la idea con la que lo pienso. Me pregunto todo el tiempo si esto es real o todo por lo que vivo es solo un espectro de otro ser que refleja su realidad en mí. Luego, al tratar de darle sentido a todo, recurro a Descartes, quien bien dijo hace casi 400 años: “Cogito ergo sum” (Descartes, 1637). Todo de repente se esclarece, es tan notorio ¡estoy pensando porque existo! Todo este drama desde el inicio de los tiempos, la constante búsqueda de la respuesta a la más grande pregunta ¿Con qué fin existimos?, tiene bastante fundamento, pues estamos muy lejos de llegar a una explicación científica, más allá de: “somos energía que fluye”. La realidad es que no tengo certeza de porqué existimos, aunque tengo la convicción de que se elige el motivo de nuestra existencia, y si es así, ¿por qué querríamos hacer otra cosa que no nos aporte felicidad? %I Revista Neuronum %T La decisión de existir %~ Intellectum