%0 Generic %A Benítez R., Vicente F. %8 2016-12-13 %U http://hdl.handle.net/10818/64179 %X A partir de la expedición de la Constitución Colombiana en 1991 y de su desarrollo jurisprudencial temprano (Corte Constitu-cional, 1993 y 1994), es usual afirmar que Colombia es un Estado laico. Así las cosas, algunos sostienen que gracias a la nueva Carta Política todas las confesiones religiosas son iguales y, como conse-cuencia de ello, el catolicismo ya no cuenta con una posición pri-vilegiada en el ámbito público debido a que el Estado debe obrar basado en el principio de neutralidad religiosa (Quinche, 2009: 48-49; García-Jaramillo, 2013: 428 y Beltrán Cely, 2013: 62). A la vez, como acertadamente lo ha expresado la misma Corte, esto no quiere decir que el fenómeno religioso no sea valioso en sí mismo y que no merezca una protección estatal reforzada (Corte Constitucional, 2002). %I Co-Herencia, 13(25), 285–290 %T La religión en la razón pública, de Iván Garzón Vallejo %R 10.17230/CO-HERENCIA.13.25.10 %~ Intellectum