%0 Generic %A Pineda A., Luis Gabriel %8 2020 %@ 2422-5193 %U http://hdl.handle.net/10818/54622 %X Mañana vamos todos a la minga de donde don Blas –dijo mi papá, un viernes en la noche, hace muchos años, cuando yo era casi un adolescente y todavía vivíamos en el pueblo.Al día siguiente, todos o casi todos los habitantes del pueblo estábamos allí donando nuestro trabajo para la fundición de una placa de concreto sobre la cual se levantaría el segundo piso de la casa de don Blas. Si alguien del pueblo hubiera tenido que pagar por ese trabajo, no habría tenido el dinero suficiente. Por eso, cuando se trataba de entejar casas, fundir placas, limpiar o abrir caminos, entre otros proyectos de considerable magnitud, había que convocar una minga, un evento en el que las personas del pueblo donaban su trabajo y, el beneficiado, les convidaba un almuerzo o un asado %I Revista Neuronum %T La minga y los verbos %~ Intellectum