%0 Journal Article %A Spang, Kurt %8 2001 %@ 0123-0999 %U http://hdl.handle.net/10818/25290 %X Tanto árbol y tan poco bosque! Así se podría caracterizar, un tanto campechanamente, por cierto, lo que el Zeitgeist nos depara respecto de las definiciones de la cultura y del arte. En una época de construccionismos inmisericordes en la que toda definición y todo acercamiento a cualquier fenómeno se dan por buenos, vivimos lo que Alejandro Llano designa como “resignación ante lo fáctico”, que hace que los pensadores hayan perdido la confianza en las cosas como son y ya no se atengan a los hechos, sino a los fenómenos, tal como aparecen en el transcurso de la historia. Es significativo, en este orden de ideas, el reciente libro de Francis Mulhern, pubicado con el título Culture/ Metaculture (London: Routledge, 2000, XVIII) que promete expressis verbis un metacultural discourse y, en realidad, no puede abandonar los cauces historicistas y relativistas de una enumeración crítica de diversas acepciones del término. Desde el empleo de la voz “cultura” como sinónimo de educación y formación personal hasta su uso como designación de las formas de vivir de pueblos o razas, pasando por una lista interminable de las aplicaciones más heterogéneas, nos encontramos con una serie casi infinita de fenómenos a los que se pega indiscriminadamente la etiqueta de “cultura”. Abundando en la proliferación de aplicaciones se puede afirmar que vivimos una “cultura de la diversidad” y que necesitamos urgentemente una “cultura de la unidad”. %I Pensamiento y Cultura %K Relativismo %K Conceptos platónicos %K Multiplicidad %T A vueltas con la cultura y el arte. Un nuevo modo antiguo de ver las cosas %~ Intellectum