@misc{10818/43406, year = {2020}, month = {7}, url = {http://hdl.handle.net/10818/43406}, abstract = {La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año nacen en el mundo 15 millones de bebes prematuros, es decir, uno por cada 10 nacidos vivos y cerca de un millón de ellos mueren debido a complicaciones durante el parto. Asimismo, muchos de los bebés prematuros que sobreviven sufren algún tipo de discapacidad permanente, en particular, discapacidades relacionadas con el aprendizaje, problemas visuales, auditivos y motores(1). Según estos datos, el nacimiento prematuro ha representado un problema de salud pública desde hace siglos, pero es en los últimos años cuando se ha incrementado la incidencia (2). Durante los últimos veinte años, los grandes adelantos en la atención de enfermería de los recién nacidos de alto riesgo permitieron que el resultado final, en la mayor parte de los problemas neonatales complejos, hoy sea más favorable. Sin embargo, aun cuando han mejorado las tasas de supervivencia, los neonatos prematuros presentan una inmadurez anatómica y funcional importante, sobre todo en el sistema nervioso central, hecho que limita su capacidad para procesar y registrar las informaciones sensoriales y, por tanto, la capacidad de adaptación al ambiente extrauterino, haciéndolos especialmente sensibles y vulnerables a éste.}, publisher = {Universidad de La Sabana}, title = {Efecto de la intervención h-hands, comparado con el cuidado convencional, sobre la adaptación al neurodesarrollo del niño prematuro, durante 4 semanas posterior al alta hospitalaria, en la ciudad de Barranquilla}, author = {Castañeda Jinete, Milagros María}, }